jueves, 21 de julio de 2011

BIODINÁMICA


La Biodinámica es la más extrema de las prácticas de la agricultura ecológica. Surgió en los años 20 del siglo pasado, como respuesta a la preocupación de agricultores que empezaban a ver el efecto dañino que sobre sus tierras producían los abonos químicos, pesticidas, etc... La Biodinámica sólo usa elementos orgánicos producidos en el mismo entorno. Considera la granja o la viña como un microcosmos en el que debe facilitarse la armonía entre terrenos, plantas, animales y personas. Para la biodinámica la Naturaleza sigue los ciclos lunares, algo apreciable en las mareas o los partos, y a ellos deben acomodarse las labores agrícolas. Su objetivo principal es recuperar la actividad bacteriana del suelo y una de las formas para lograrlo consiste en elaborar preparados (naturales, claro) de gran actividad microbiana para rociarlos sobre el terreno. A veces la manera de hacer esto es algo peregrina, enterrar durante el verano cuernos de vaca llenos de estiércol, diluirlos en agua después y aplicarlos en otoño a modo de spray, lo que ha valido a la Biodinámica muchas críticas. El caso es que, al menos en viticultura, la Biodinámica da buenos resultados y es seguida por viticultores de fama mundial. La insistencia en la riqueza y la vitalidad del terreno resulta adecuada para vinos que pretendan transmitir el carácter de su lugar de origen. Como comprobaremos en la próxima entrada.

El viticultor Nicolás Joly en su viñedo de la Borgoña

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