miércoles, 9 de noviembre de 2011

El tamaño tambien importa en el vino

Me refiero al tamaño de la botella, claro está. La botella común de vino tiene 75 cl. Este tamaño estándar viene dado por parámetros de la industria del vidrio y porque se supone que es la medida ideal para el consumo, supongo que al menos de dos personas. Pero además de este tamaño hay muchos otros, como sabemos. ¿Tiene esto algo que ver con la calidad del vino? Pues sí. Como regla general mientras más pequeña sea la botella peor madurará en ella el vino. Por el contrario mientras más grande sea la botella mejor podrá madurar el caldo en ella. Esto es así porque las botellas grandes soportan mejor los cambios de temperatura, al tener el grueso del líquido menos superficie de contacto y estar más protegido. Además es menor la proporción de oxígeno en relación al total y el envejecimiento resulta más armónico y uniforme, potenciando todo ello las virtudes aromáticas y gustativas.
Esas botellas grandonas que vemos a menudo no son un capricho ni tienen mero valor decorativo. Tanto crianzas, reservas o gran reservas, mejoran sus calificaciones en los tamaños grandes, que resultan especialmente indicados para cava o champán. Que en las celebraciones deportivas se desperdicie es otro asunto. Por eso para coleccionismo o inversión son muy aconsejables. Claro que hay que tener una buena bodega y sólo pueden descorcharse en grandes celebraciones.

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